¿Qué es la vergüenza?
La vergüenza es un emoción que nos hace sentir que no somos suficiente, inválidas para ser aceptadas por los/las demás y que no pertenecemos. Se considera una emoción autoconsciente o autoevaluativa porque resulta de un juicio sobre nosotras mismas. Un juicio en el que no resultamos bien paradas. Teniendo en cuenta el impacto que tiene, considero importante compartir información sobre la vergüenza y cómo nos condiciona.
Por ejemplo, si según nuestro criterio, ser una buena conferenciante implica tener todo el contenido preparado a la perfección, dar una imagen intachable, que no se cometa ningún error y que la audiencia nos saque de la sala en volandas, sólo que alguno de estos criterios no se cumpla, podría dispara la emoción de la vergüenza.
Quizás he puesto un ejemplo un poco exagerado, o quizás no, me he encontrado con coachees con este nivel de auto exigencia. Pero de muchas otras formas, podemos compararnos con una serie de criterios que al sentir que no estamos a la altura de ellos, nos puede hacer sentir mal.
Por lo tanto, es importante saber que la vergüenza surge de una evaluación del propio yo. De la comparación entre cómo me comporto y cuán cerca está ese comportamiento de mis criterios de adecuación a la situación en particular.
El ciclo de la vergüenza
Normalmente comienza con un disparador, un pensamiento de inadecuación sobre nosotras mismas que nos hace sentir avergonzadas. Este sentimiento no nos permite compartir, la reacción automática es esconder lo que ha sucedido o aquello que nos ha hecho sentir mal. Este silencio, nos lleva al secretismo, que al mismo tiempo nutre la vergüenza que se disparará en alguna situación en el futuro.

La vergüenza y la autenticidad
Permíteme que me pare en el punto 5 del ciclo de la vergüenza. Cuando no compartimos nuestra experiencia con alguien de confianza, podemos desconectarnos de nosotras mismas. ¿Cómo?, la vergüenza hace que abandonemos propósitos que nos hace ilusión, conocer a una persona determinada, proyectar un look que sentimos muy nuestro, hacer una charla que nos puede poner en otra etapa profesional, en fin, muchos sueños que nos hacen vibrar.
Cuando dejamos de accionar nuestros proyectos, aquellos que realmente salen de nosotras y que nos hacen vibrar, vamos dejando de escucharnos. Perdemos la ilusión y nos desconectamos de nosotras mismas.
Perder esa autoescucha, esa conexión con nuestro propósito hace que perdamos autenticidad y que seamos más vulnerables a escondernos en la zona cómoda de nuestro entorno. Seremos más susceptibles a las demandas de nuestra cultura y las personas que nos rodean.
Nuestros proyectos vitales no estarán apoyados sobre nuestros deseos sino sobre los deseos de algo o alguien externo. Y esto, amiga mía, hace que entremos en apatía vital. Nos hace perder energía y que vayamos por la vida a medio gas.
Claves para romper el ciclo de la vergüenza
La vergüenza tiene su lado positivo. Como todas las emociones, nos resulta útil para nuestra supervivencia. En ciertas circunstancias, la vergüenza nos puede proteger de males indeseados evitando que repitamos comportamientos que pueden resultar realmente perjudiciales para nosotras.
Pero si éste no es el caso y lo único que hace esta emoción es limitar tu potencial y evitar que vayas a por tus proyectos lee aquí las claves para que no te condicione:
- Desarrolla la resiliencia. No podrás eliminar la vergüenza para siempre, pero podrás conocer los patrones que se activan y hacer algo para superarla. El secreto está en utilizarla para que te permita vivir de forma constructiva y mantener tu autenticidad.
- Practica la empatía. Te permitirá conectar de forma auténtica con los/las demás y crear espacios de comunicación en los que romper el secretismo que alimenta el ciclo de la vergüenza.
- Toma perspectiva. Analiza la situación que te ha provocado vergüenza con perspectiva. Busca otras dos formas distintas de leer la situación. De esta forma relativizarás tu mirada autoconsciente.
- Actúa con valentía. La valentía nos da voz. Se sincera contigo misma y dale voz a lo que sientes. Abraza tus miedos para que te ayuden a aprender.
- Activa la compasión. Hacia los demás pero también hacia ti misma. A menudo somos comprensivas con el/la otro/a pero muy exigentes con nosotras mismas. Tener una mirada compasiva hacia ti misma te permitirá seguir intentándolo y nutrirá tu auto respeto.
- Mantén la conexión. Conecta con tu pensamiento y tus emociones. Ten presente lo que es importante para ti, tus proyectos, escúchate y mantente conectada con tu esencia.

Los 4 elementos que activan la resiliencia ante la vergüenza
Brené Brown, es una investigadora que lleva dos décadas estudiando la valentía, la vulnerabilidad, la vergüenza y la empatía. De sus estudios concluye que hay 4 elementos en común de las personas que han desarrollado resiliencia a la vergüenza.
- Habilidad para reconocer y entender sus disparadores de vergüenza.
- Alto nivel de conciencia crítica sobre la red de pensamientos relacionados con la vergüenza.
- Conectar con los demás para compartir experiencias de vergüenza y activar el cambio de perspectiva.
- Habilidad de hablar sobre la vergüenza.
Ten presente que cuanto menos entendemos la vergüenza, más poder tiene sobre nosotras. Por eso es importante compartir con otras personas que nos ofrezcan un espacio seguro para sacar esa experiencia de nuestra mente y cuerpo y verla desde fuera. Tomar perspectiva y no dejar que te domine o condicione.
¿Quieres que te acompañe a desarrollar la resiliencia ante la vergüenza?
Desarrollar la resiliencia a la vergüenza es tu camino a transitar si notas que esta emoción autoconsciente te está condicionando y no te permite desarrollar tu potencial y vivir con autenticidad.
Como coach, llevo más de veinte años acompañando a personas y ayudándolas a conseguir objetivos como éstos. Además de trazar con ellas un camino de crecimiento que les ayudará a alcanzar también otras metas.
Si te encuentras en un momento en el que deseas superar la vergüenza en situaciones importantes para ti, quieres mostrarte y relacionarte con autenticidad, trazar los pasos de tu camino sin que la vergüenza te condicione, déjame ayudarte. Trabajo con metodologías y procesos basados en mi experiencia que, además de eficaces, ofrecen resultados visibles en poco tiempo.
¡Escríbeme y cuéntame tu caso! Estoy segura de que puedo ayudarte a encontrar un nuevo camino con el que ser más feliz.
