La definición de vergüenza que propone la doctora Brené Brown en su libro “Creía que sólo me pasaba a mi” es la siguiente:
La vergüenza es un sentimiento o experiencia que nos hace pensar que somos defectuosos y no válidos a la hora de ser aceptados y pertenecer.
Este sentimiento lo hemos vivido tantas veces y nos resulta tan familiar que a menudo nos puede pasar desapercibido.
Puede que hayamos aprendido a vivir con él y que no seamos conscientes de los efectos que tiene en nuestra vida. Entre varios motivos, la vergüenza es algo de lo que no se habla socialmente ya que es tema tabú. Es una forma de mantenernos silenciosos. Nada es más efectivo para mantener a alguien en silencio que hacerle sentir vergüenza.

Cómo afecta nuestra vida
Según investigadores y estudiosos del tema, la vergüenza está relacionada con problemas de salud, incluyendo depresión, ansiedad, adicción, problemas alimenticios, bullying, suicidio, agresiones sexuales y todo tipo de violencia incluyendo violencia familiar.
Es, por lo tanto, un tema que vale la pena resaltar y tratar.
Hablar de ello y desarrollar habilidades de resiliencia.
Porque no podemos vivir permanentemente sin vergüenza, pero sí podemos aprender a utilizarla a nuestro favor y aprender a gestionarla en beneficio de nuestro crecimiento personal y social.

Herramientas para gestionar la vergüenza
La doctora Brown define cuatro habilidades que poseen las personas resilientes a la vergüenza.
1.- Reconócela y toma conciencia de tus disparadores.
Es decir, de tus reacciones en el momento en el que la experimentas.
Reconócela:
Empieza por los síntomas físicos. Hazte la siguiente pregunta:
¿Cómo sientes la vergüenza en tu cuerpo?.
Yo empiezo a “reducirme” físicamente, minimizando mis movimientos. Como si quisiera hacerme tan pequeña que pudiera desaparecer. Mis músculos se contraen y siento tensión por todo el cuerpo.
Según la situación puedo llegar a sentir calor excesiva en el rostro y en el cuerpo.
Es importante escuchar estos síntomas para poder ganar conciencia y reaccionar con intención. No de forma impulsiva.
Por ejemplo, buscar un lugar tranquilo y respirar profundamente para calmarnos, ir a caminar unos minutos, escuchar música…
Identifica tus disparadores:
Los disparadores son aquellos temas que nos hacen sentir vulnerables y que nos provocan una reacción de vergüenza.
Por ejemplo, la imagen corporal. Un comentario sobre tu peso o tu look que no te gusta porque no encaja con el ideal estético con el que te comparas.
La pregunta que debes hacerte para identificar tus disparadores es: ¿Qué comentarios o situaciones te hacen sentir vulnerable?.
Cuando los tengas identificados, podrás verlos cuando se disparen y sabrás qué hacer.

2.- Toma conciencia crítica sobre el tema que te causa vergüenza.
Significa establecer el vínculo entre tus experiencias personales y la sociedad. Entre nuestra vida privada y las influencias sociales, políticas y económicas.
Retomando el ejemplo de la Imagen Personal, y teniendo en cuenta que una gran mayoría comparamos nuestra imagen con la que proponen los medios de comunicación como imagen ideal, consistiría en hacernos las siguientes preguntas:
- ¿Qué imagen nos proponen?.
- ¿Porqué existe?
- ¿Cómo funciona?
- ¿Cómo influye en nuestra sociedad?
- ¿Quién se beneficia?
Amplia la perspectiva y mira qué está sucediendo en nuestra sociedad en relación a tu disparador y porqué y cómo te afecta.
3.- Conecta con los demás
Conviértete en la persona en quien te gustaría confiar tus problemas.
A veces vemos en los demás parte de nosotros que no nos gusta o que no aceptamos. O bien que no nos gustaría tener jamás.
Ser capaces de aceptar al otro, sin importarnos sus circunstancias y tenderle una mano, es un paso abismal para aceptarnos y reconciliarnos con nosotros mismos. Porque no sabemos si en algún momento de nuestra vida estaremos en su lugar.
Piensa que las experiencias que nos hacen sentir aislados son en realidad experiencias universales.
4.- Habla sobre el tema
La forma más efectiva de desactivar la vergüenza es hablar sobre ella.
La vergüenza se alimenta del juicio, el silencio y el secretismo. Por lo tanto, ten el coraje de hablar sobre el tema cuando la experimentes.
Piensa en una persona en la que puedas confiar y que sabes que te va a escuchar sin juicios.

Cómo te puedo ayudar a desarrollar resiliencia a la vergüenza en un proceso de Coaching:
– A partir de tus experiencias personales, explorar cuáles son tus reacciones físicas y disparadores.
– Acompañarte a tomar conciencia del marco social en el que están para que puedas ampliar perspectiva.
– A desarrollar habilidades para tender la mano y conectar con los demás.
– Aportarte un espacio seguro en el que puedas hablar y expresarte.
