Respira y controla

Cómo gestionar la ansiedad y mantenerse positivo durante la crisis del COVID 19 😢

En este artículo quiero compartir herramientas que ayudan a gestionar la ansiedad y momentos anímicos bajos.

Son en realidad hábitos que sería bueno incorporáramos en nuestra maleta emocional y que nos ayudarán a navegar por la vida con actitud más equilibrada y positiva.

Ahora más que nunca, nos pueden hacer más resilientes durante la crisis del coronavirus que sin duda alguna supone un gran reto para todos.

La ansiedad

La ansiedad es una reacción del sistema nervioso simpático ante una amenaza.

Activa el organismo para actuar hacia una de estas tres opciones: luchar, huir o quedarnos inmóviles.

Cuando estamos ante un estímulo estresante que percibimos como amenaza se produce una dilatación de las pupilas, se nos seca la boca, se acelera el corazón, la respiración se acelera y entrecorta, se nos cierra el estómago y se tensa la musculatura.

La intensidad de los síntomas dependerá de la percepción de amenaza que sintamos en relación a la situación estresante.

La ansiedad

Los objetivos

El objetivo es activar el organismo para “hacer algo” en relación a una preocupación o miedo.

Para poder volver a la calma y claridad mental para poder actuar efectivamente la respiración es clave.

Lo más importante para gestionar la ansiedad es saber detectarla, entender qué nos está pasando y saber que es normal sentirla en situaciones que nos estresan.

Una vez identificada, saber que “estoy sintiendo ansiedad”, podemos actuar de forma efectiva y activar el sistema nervioso parasimpático, que es el responsable de regular el organismo para que vuelva a condiciones normales.

La clave

La clave es la respiración.

Al inspirar llevamos más oxígeno al cerebro y al expirar liberamos tensión corporal.

Cuanto más profundamente inspiremos y más lentamente expiremos, más conseguiremos volver al estado de calma.

Parece muy sencillo y lo es.

Se trata simplemente de programarnos diez minutos al día para realizar esta técnica. Tres veces al día.

A mi me funciona contar hasta cuatro cada vez que inspiro y que expiro.

Pero también os podéis acompañar de Apps de “cardiac coherence” para un acompañamiento con sonido y una respiración guiada.

La clave: respirar

Práctica, práctica y práctica

La neurociencia nos ha demostrado que para adquirir un nuevo hábito debemos practicarlo durante 21 días.

Una vez repetido durante este tiempo, conseguimos naturalizarlo y convertirlo en una rutina diaria.

Si lo adquirimos en momentos de tranquilidad, en momentos estresante ya lo tendremos dominado y costará menos volver a la calma.

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